FisicoNutriFit - Nutrición funcional y fitness inteligenteFisicoNutriFit - Nutrición funcional y fitness inteligente
  • Blog
  • Contacto
Menu
  • Blog
  • Contacto
Recibe las últimas novedades, ofertas y descuentos de nuestros colaboradores: Newsletter
Nuestro Facebook
Instagram
"𝙉𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙪𝙧𝙖 𝙚𝙩𝙚𝙧𝙣𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙮 𝙡𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙖𝙣 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤. 𝙀𝙡 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙤, 𝙘𝙤𝙣 𝙛𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙣𝙤 𝙨𝙪𝙚𝙡𝙚 𝙖𝙣𝙪𝙣𝙘𝙞𝙖𝙧𝙨𝙚, 𝙣𝙤 𝙨𝙪𝙚𝙡𝙚 𝙥𝙧𝙤𝙜𝙧𝙖𝙢𝙖𝙧 𝙨𝙪 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙖, 𝙣𝙤. 𝙀𝙡 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙤 𝙚𝙨 𝙚𝙢𝙚𝙧𝙜𝙚𝙣𝙩𝙚. 𝘾𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙪𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙖 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤, 𝙮𝙖 𝙝𝙖 𝙘𝙖𝙪𝙨𝙖𝙙𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙜𝙤𝙨".

Si algo me ha enseñado la vida, en especial los últimos dos años, es que NADA puede ni debe forzarse. Los cambios se pueden buscar, pero llegan cuando llegan.

Cuando empecé con Instagram tanto mi persona en la vida real como mi función aquí eran algo diferente a lo que son hoy. Y eso me genera paz.

Me he resistido, pero si algo he aprendido es la importancia de la flexibilidad y el cuestionamiento de mi autoesquema vital, junto a intentar mejorar mi capacidad de ampliar la perspectiva. 30 años me ha costado, ojo 🤣

(Lo que demuestra que tus genes y rasgos, sumados al ambiente, predisponen e influyen, pero no determinan.)

El caso es que me costaba verle utilidad a esto de "divulgar" o "crear contenido", al no reportarme beneficio a nivel económico y no suponerme un reforzamiento natural, ni positivo ni negativo, puesto que he aprendido a abstraerme del impacto tan primario que generan los likes. Saber es poder, dicen.

Tengo buenos proyectos en mente para poder aportar, que quiero ir materializando. Pero de momento por mi contexto, la única forma de llegar y ayudar, y cumplir con mi propósito, es a través de Instagram.

No lloréis aún, que voy a seguir divulgando SALUD (en putas mayúsculas), desde mi experiencia, aprendizaje y forma de ver la vida.
Asi que solo quería transmitir que se vienen cambios y cosas buenas.. Pero todo tiene su proceso.

Como dice el gran Alfonso Bordallo: "𝙉𝙊 𝙑𝙀𝙈𝙊𝙎 𝙀𝙇 𝙈𝙐𝙉𝘿𝙊 𝘾𝙊𝙈𝙊 𝙀𝙎, 𝙑𝙀𝙈𝙊𝙎 𝙀𝙇 𝙈𝙐𝙉𝘿𝙊 𝘾𝙊𝙈𝙊 𝙎𝙊𝙈𝙊𝙎"

PD: Esto debería ir con una foto de mi jeta, así el algoritmo y vosotros lo podríais ver más y mejor. Pero la asignatura de exponerme más físicamente en redes la dejamos para Septiembre. Gracias por leerme, una vez más 😉😘
ESTO ES UN CLICKBAIT. TODO EL MUNDO LO HACE Y NO P ESTO ES UN CLICKBAIT. TODO EL MUNDO LO HACE Y NO PASA NADA. PERO YO SOY HONESTO Y TE LO DIGO. 🌚

Esta foto es de hace un tiempo, y seguramente es uno de mis mejores puntos a nivel estético en casi 14 años entrenando. Aunque no descuidaba la estética,  la verdad es que llevaba una preparación de Crossfit de competición. No sólo no llegué a competir, sino que mi cabeza y mi cuerpo petaron; y volví a un entrenamiento de fuerza más convencional y relajado (tras una bonita lesión y una fuerte sacudida vital de las que transforman). 

En aquel momento solía entrenar más de 2 h diarias, unos 5 días semanales, y a veces hasta 6. Solía llevar la dieta más estricta durante unos meses buscando llegar más definido al verano (preplaya se nace xD). Y aunque nunca fue algo problemático ese esquema, había algo que no terminaba de cuadrar (más allá de etiquetas, diagnósticos o tópicos, hablamos de que fuera en cierto modo algo desadaptativo o no). 

Miro atrás con compasión, y claro que no era consciente de muchas cosas. Utilizaba el entrenamiento y probablemente el control sobre la comida y en ciertas épocas también sobre mi cuerpo, como una forma de escape y evitación para no asumir mi falta de sentido y para no afrontar ciertos problemas. Momentos de cierto malestar, y aliviarlo así era sumamente reforzante, porque hacía parecer que todo estaba bajo control y daba seguridad.

Con el tiempo he ido entendiendo e integrando aspectos que me han dado autoconocimiento y creo que madurez suficiente para saber lo que pasaba, así como todo aquello que debía trabajar para poder continuar viviendo de una forma equilibrada con mi entorno y conmigo mismo, y también con el entreno y la comida. Sin remordimientos.

No busco aleccionar, ni recibir aprobación, ni exhibir moralidad…  Simplemente invitaros a reflexionar:

La relación con el ejercicio, con la comida y la imagen corporal, y en especial lo que proyectamos en Instagram, son parte de un estilo de vida saludable y una identidad personal; pero creo que muchas veces son un mero instrumento para escapar de lo que no se puede controlar en la vida real. Y que esto a veces dista mucho de lo que es la salud mental.

PAZ🤘🏻
Hoy en día existe una gran lucha de egos profesio Hoy en día existe una gran lucha de egos profesionales, intereses económicos y un desconocimiento total de la influencia biopsicosocial sobre la Obesidad: compulsividad, sensibilidad a la recompensa, menos habilidades de afrontamiento, mayor labilidad emocional, mayor tendencia al estrés, menos recursos socioeconómicos; y unas adaptaciones que implican una resistencia fisiológica natural a la pérdida de peso. Un contexto desfavorable que dificulta la mejora de hábitos, y que se retroalimenta con los abordajes tradicionales. 

Debemos cambiar el paradigma, dejando de centrarnos en el balance energético y el peso, para centrarnos en la calidad de la dieta y la composición corporal, sí; pero antes identificando, comprendiendo y enseñando las complejas adaptaciones, memorias y refuerzos que se generan a nivel fisiológico y neuropsicológico, y lo difícil que resulta revertirlo para mejorar hábitos, debido a que se trata de aprendizajes muy interiorizados y automatizados durante toda la vida.

No podemos seguir fomentando el ESTIGMA de la obesidad, pero tampoco los discursos sensacionalistas y moralizadores, que sólo buscan llegar emocionalmente, fruto de hacer creer que el sobrepeso es una cuestión meramente externa e incontrolable (por culpa de vivir en un “sistema opresor, gordofóbico y obesogénico”), y que sólo hace falta autoaceptación (algo de lo que mucha gente presume, y poca es la que en realidad lo consigue integrar coherentemente, porque al final no es más que puro POSTUREO). Victimizar a las personas con sobrepeso sólo externaliza el problema y evita que mejore su autocontrol y autoeficacia sobre aquello en lo que sí tengan posibilidades de mejorar. 

ES CIERTO QUE LA OBESIDAD Y EL SOBREPESO TIENEN UN MAL PRONÓSTICO, PERO NO IMPOSIBLE. Por lo tanto, abogo por un tratamiento honesto donde no prime el dinero; por una relación y una educación terapéuticas para con el paciente, en lugar de tanta soberbia, paternalismo, victimización y culpabilización; y más empatía con las vulnerabilidades socioestructurales, atendiendo a la psicología y la conducta, en vez de tanta dieta, tanto motivacionismo instagramero, tanta superficialidad y tanta put* tontería
Una relación saludable con la comida debe ir de l Una relación saludable con la comida debe ir de la mano del autocuidado: entender que por el simple hecho de existir merecemos lo mejor, y debemos permitirnos recibirlo y dárnoslo, siempre.

Con tanta cultura de dietas, fitness y mercantilismo superfluo alrededor de la imagen corporal, hemos distorsionado la realidad: COMER EN PAZ ES VITAL.

¿Qué tener en cuenta para conseguirlo?

1️⃣ Hay autocontrol en vez de la restricción. En lugar de vivir con rigidez y prohibición, enfocarse en las consecuencias positivas para la salud a largo plazo (mejorar autorrealización y autoconcepto)a para lcanzar un bienestar genuino..

2️⃣ No hay preocupación por la comida. Simplemente la tratamos como otra necesidad más, un acto cotidiano y normal. No nos impide pensar en otras cosas, ni vivirlas, ni disfrutarlas. 

3️⃣ No juzgar la comida. Dotamos a los alimentos de neutralidad, evitando la polarización y la absurda categorización bueno vs malo, puesto que todo depende del contexto.

4️⃣ No nos afecta demasiado el entorno relacionado con la comida, y nuestras ideas al respecto son coherentes con nuestro estilo de vida (hábitos). Quitar peso a mitos e imposiciones culturales (dietas, peso, ideales de belleza, etc.)

5️⃣ Abrirse a aprender y explorar: cómo funciona nuestro cuerpo, qué es nutrirse y alimentarse, qué implica conductualmente.

6️⃣ Hay flexibilidad e indulgencia. No todo es blanco o negro. Hay hábitos saludables como base, pero también se puede atender a factores hedónicos y emocionales sin tener malestar alguno. 

7️⃣ Hay una atención consciente e inconsciente a nuestras señales de hambre y saciedad. Evitar comer de forma automática y distraída: conexión y concentración.

8️⃣ Hay placer y disfrute por norma. Comer es una experiencia positiva, o al menos no es negativa. Y hay más alrededor de la comida: compartir, disfrutar buenos momentos, tradiciones y gastronomía.

9️⃣ Lo que comemos no nos define, ni define a los demás. No hay juicios ni etiquetas, sino aceptación. Nadie es mejor o peor por cómo come. Ser realistas e intentar mejorar lo que sea posible según contexto y posibilidades. 

🔽🔽SIGUE EN COMENTARIOS (sólo un párrafo más 🤞🏻😚🔽🔽
Después de mucho tiempo, he dejado una entrada es Después de mucho tiempo, he dejado una entrada especial en el Blog (link en Bio). Se trata de un trabajo de análisis psicosocial sobre "La doctrina del Shock" (recomiendo ver al menos el documental, y para profundizar aún más, el libro).

Hablo de un concepto teorizado por Naomi Klein, escritora y activista antiglobalización y anti capitalista, sobre las bases del capitalismo del desastre y el neoliberalismo llevado al extremo.

A grandes rasgos, al igual que se probó el tratamiento con electroshock para diferentes patologías mentales, existen similitudes con los grandes shocks económicos y políticos de las últimas décadas. 

Desde una perspectiva psicológica y sociológica, las grandes crisis generan miedo, incertidumbre y estrés, un cóctel explosivo para aturdir a la población, para mermar el cerebro social y hacer temblar los cimientos de la sociedad y el estado de bienestar.

Esto sucede porque existe un llamado capitalismo del desastre, que no es más que la mano de las grandes corporaciones y capitales mundiales sacando provecho económica y político de la desregulación generada por las crisis.

Es simple, si las personas tenemos miedo por nuestra integridad o no vemos cubiertas necesidades fisiológicas y psicológicas básicas, somos más fácilmente controlables. También  nuestros cerebros son más maleables.

Así se han implantado grandes cambios económicos en diferentes sociedades, y así parece que la Pandemia COVID-19 de nuestros días puede suponer un gran cambio de paradigma socioeconómico.

¿Cómo ha afectado "La Doctrina del Shock" históricamente? ¿Es algo de lo que preocuparse hoy en día?

Os invito a ser críticos, no sin antes ECHAR UN VISTAZO A LA ENTRADA DEL BLOG, y comentar por aquí cualquier cosa que consideréis oportuna.
""𝙃𝘼𝙔 𝙐𝙉𝘼 𝙂𝙍𝘼𝙉 𝘿𝙄𝙁𝙀𝙍𝙀𝙉𝘾𝙄𝘼 𝙀𝙉𝙏𝙍𝙀 𝘽𝙐𝙎𝘾𝘼𝙍 𝙇𝘼 𝙋𝘼𝙕 𝙔 𝙉𝙊 𝙑𝙄𝙑𝙄𝙍 𝙉𝘼𝘿𝘼 𝙌𝙐𝙀 𝙉𝙊𝙎 𝘼𝙇𝙏𝙀𝙍𝙀" 🤞🏻🧠✨. 

Por mucho que a nivel consciente repitamos que aceptamos todo tal cual llega, que no importa el resultado, la REALIDAD es otra:

Que no somos de piedra, aunque nadie nos enseñe a perder y cambiar el rumbo sobre la marcha, a desistir con dignidad cuando algo escapa a nuestro control, que es casi siempre. Una cosa es que cuando te expones te arriesgues, y otra es que haya que hacer el puto temerario y jugar con todo en contra porque nos hayan vendido que hay que sacrificarse y esforzarse hasta la extenuación, salir de la dichosa zona de confort y hasta morir por causas que un día vemos muy grandes… pero con la suficiente distancia, tiempo y perspectiva, entendemos que no son nada más ni menos que experiencias normales en la vida.

Nadie nos enseña lo que es nuestra zona de confort o seguridad, para que sirve el miedo, qué es la intuición, por qué tenemos señales de alerta, sensaciones corporales desagradables… Todo eso que suena místico para algunos no es más que una firma neurológica a nivel filo y ontogético en áreas de nuestro cerebro más automáticas y reflejas, que hablan un lenguaje no verbal, más emocional, afectivo y menos cognitivo, y que tienen funciones absolutamente necesarias para garantizar nuestro bienestar, y en otras épocas hasta la supervivencia.

No nos gusta la incertidumbre, ni lo desconocido, ni incluso arriesgar porque cuando no te arriesgas no ganas, ni pierdes. Pero joder, tampoco aprendes. 

Quizás todo se reduzca a una absurda cuestión de expectativas, de tener los pies en la tierra y no idealizar demasiado la perfección y no dejar que el miedo controle la situación, aunque a veces cueste...  Y simplemente ABRIRSE A VIVIR.

Cada día tengo más claro eso de que "ninguna pérdida debe sernos más sensible que la del tiempo, puesto que es la única irreparable" y aquello de: “espéralo todo y cualquier cosa te parecerá nada. No esperes nada y cualquier cosa te parecerá todo”.
La comida puede calmar inicialmente, pero también La comida puede calmar inicialmente, pero también puede haber consecuencias posteriores indeseadas: frustración, vergüenza y/o culpabilidad, aparte de que seguramente sigan sin resolverse los problemas que llevaron esa "ingesta emocional".

La comida por lo tanto no tiene sólo una función fisiológica, también emocional, con un elevado componente hedónico: puede estimular emociones con afecto positivo y generar mucho refuerzo (comer con nuestra gente) y ayudar a expresarlas (gastronomía), y no sólo servir para regularlas (como podríamos valorar el hecho de tener tristeza o aburrimiento y comer algo muy sabroso buscando calma y placer inmediato).

Comer es una conducta más, y por tanto debe ser analizada y trabajada si genera directa o indirectamente cualquier problemática o se convierte en algo desadaptativo.

¿Cómo podemos afrontarlo si hay malestar?
🔸No se trata de controlar las emociones, sino de aceptarlas y atenderlas. NO JUZGARLAS, ni juzgarnos.
🔸Evitar la auto-restricción: si hay hambre real acumulada aumenta la necesidad y la necesidad mantenida puede conllevar urgencia ante estados mentales y corporales displacenteros. Puede desencadenar impulsividad 
🔸Revisar nuestras creencias y aprendizajes alrededor de la comida.
🔸Cuestionarse todo lo que tiene que ver con la cultura de dietas y la cultura del sacrificio: dejar de asociar autocuidado a restricción y rigidez.
🔸Consciencia y conexión (no sólo al comer, sino como forma de vida), buscando hacer las paces con la comida, lo que implica entender que comer emocionalmente no es intrínsecamente negativo.
🔸Fomentar un diálogo interno positivo y ser más indulgentes.
🔸Encontrar y trabajar otras formas de auto y co-regulación emocional
🔸Fomentar el auto-cuidado

Es normal que al comer sintamos placer y alivio, lo disfuncional surge al sentir miedo, culpa, vergüenza y/o malestar. Si esto sucede, hay que ir más allá de la comida y tratar de entender qué está pasando y cómo lo estamos afrontando.
Hablamos de comer emocional cuando hay un uso de l Hablamos de comer emocional cuando hay un uso de la ingesta como recurso principal para autorregular emociones, generalmente las que nos producen mayor disconfort y activación (socialmente percibidas como negativas). Convertimos en dañino algo tan mundano y necesario como es el acto de comer. En una incesante necesidad de patologizar el hecho de sentir y etiquetarlo, como si poniendo nombre a las consecuencias ya fuéramos a resolver las causas. Pero de este modo no ponemos el foco donde realmente importa, los problemas que subyacen a la relación con la comida.

Hay que entender que las emociones no son negativas per se, aunque puedan generar sentimientos y sensaciones corporales con afecto negativo. Éstas cumplen una función adaptativa: alertarnos de una amenaza e invitarnos a mirar hacia dentro y volver a nuestra zona segura.

También debemos entender que somos seres emocionales desde que nacemos y que desarrollamos un fuerte vínculo con la comida gracias a emociones. Pensad simplemente en la cantidad de tiempo que un bebé pasa alimentándose de su madre, y lo importante que es esa dependencia inicial en la vida, así como también los buenos momentos vividos alrededor de una mesa con la gente que queremos. 

El problema es cuando hay un distrés o situaciones aversivas en nuestra vida, que no somos capaces de gestionar o regular de una forma más adaptativa, y surge la comida como recurso prioritario para tener un bálsamo emocional o calma. Por algo muy sencillo, la comida está muy presente en nuestra vida y es muy estimulante para nuestro cerebro (obvio, la necesitamos para sobrevivir)

Entonces suceden dos cosas, el refuerzo positivo tremendo que suponen generalmente los alimentos más gratificantes a los que recurrimos, al ser mucho más palatables. Y además un refuerzo negativo al escapar de una situación aversiva y evitar ese afecto y activación negativas.

El problema es que paradójicamente encontramos que al no haber un afrontamiento realmente proactivo junto a otras formas de auto y co-regulación emocional, surge un refuerzo intermitente muy potente, que puede conducir a aprender y automatizar conductas compulsivas e impulsivas con la comida.
Mucho se habla del tiempo necesario para conseguir Mucho se habla del tiempo necesario para conseguir NUEVOS HÁBITOS, pero nada de cómo se crean e interiorizan, algo que necesitamos comprender para saber por qué cuesta tanto y por qué no nos gusta nada cambiar.

Partimos de un error inicial: pensar que cambiar de hábitos es únicamente algo que decidimos y ponemos en marcha por el simple hecho de racionalizarlo, simbolizarlo mentalmente y verbalizarlo a nivel cognitivo. Hay una parte voluntaria y de representación motora, pero mucho más. Hay muchos aspectos inconscientes que pasan desapercibidos, que sin duda son mucho más potentes, por las estructuras y áreas cerebrales en que se sustentan.

Si fuera tan sencillo como querer y ponerse, no habría obesidad, ni depresión, ni adicciones, y todos seríamos la hostia de saludables. Pero no es tan fácil.

Nuestro cerebro busca optimizar recursos, repetir conductas conocidas, que hayan sido reforzadas previamente. Nos enfrentamos por tanto a una predisposición genética a la simplificación de procesos, una tendencia a repetir lo aprendido a niveles subcorticales. Un proceso neurológico que ya ha funcionado, y eso nos garantiza un éxito, aunque pueda resultar desadaptativo en según qué circunstancias y contextos. Sí, también influye el ambiente, lógico.

Sabemos además que los estados afectivos estresantes y aversivos son mucho más estimulantes y potentes, ya que representan una amenaza que debemos evitar. Es por eso que mucha gente, llegado un punto en su vida en el que tienen un susto consiguen dejar de fumar, liberarse de aspectos tóxicos, empezar a comer mejor o hacer ejercicio.

¿Qué hay que hacer entonces? 

🔸EMPEZAR. Ponerse en movimiento desde ya. No hay que esperar a nada. El momento perfecto es ya.

🔸BUSCAR REFUERZOS: lo ideal es que sea positivo y natural, pero servirá cualquier tipo, incluídos escape y evitación. Lo importante es no distorsionar nuestra capacidad para ver lo positivo para nosotros en el cambio. 

🔸GENERAR APRENDIZAJE - NEUROPLASTICIDAD: Y esto sólo se consigue consistentemente con la práctica, asociando estímulos en los que ponemos la atención, con respuestas apropiadas y proporcionadas al objetivo.

⬇️⬇️ SIGUE ABAJO ⬇️⬇️
Vivimos una era de sobre información casi siempre Vivimos una era de sobre información casi siempre cargada afectivamente, porque es más fácil de llegar al público, aunque no sea más que propaganda. Así ha calado en nuestro subconsciente tanto mensaje motivador: sensacionalismo, positivismo y victimización. Una gran forma de AUTOENGAÑO.

Siempre es mayor el rédito obtenidoal victimizarse en un falso ejercicio de modestia, que resulta evitativo y a la vez reforzante, porque recibes más atención y aprobación. Pero no porque tengas buenas capacidades de afrontamiento y seas ejemplo de superación, sino por compasión. Y mientras, no te haces cargo de tu propia mierda. 

Es absurdo pensar que sea necesario pasarlo mal en la vida para aprender, crecer y mejorar. Aunque a veces sea casi hasta necesario recibir una hostia de realidad.

¿Quién no ha sentido como propia tanta arenga estoica? por culpa quizá de falta de análisis crítico.

Debemos aceptar que podrá haber cosas que no nos gusten y que duelan. Y está bien que eso nos haga ser conscientes de la realidad y no perder el norte. La dualidad forma parte de la vida y la aceptación sincera te pone en marcha.

Pero igual que es una mierda vivir en los mundos de yupi mrwonderfulistas, lo es ser una víctima de tu propia vida, pensando que es necesario el sufrimiento para mejorar.

Menuda idiotez. Ojalá no hubiera vivido ni un solo momento negativo en mi vida. Así de claro. Una cosa es la resiliencia adaptativa y otra la resignación mal disimulada. Hay una línea muy fina entre la aceptación de nuestra humana vulnerabilidad y hacer un psicodrama.

Y es que un estímulo negativo es más saliente, porque nos prepara para afrontar una amenaza. Esto es un mecanismo evolutivo de supervivencia, pero que además puede ser un refuerzo negativo e incluso generar un aprendizaje condicionado, y crear así ciertas adaptaciones a nivel neuropsicológicas.

Por eso creo que es vital entender que el sufrimiento no es necesario, aunque a veces sea inevitable. Aunque la sociedad haya encumbrado el sufrimiento históricamente como forma de autocastigo y autoexigencia, quizá para alcanzar una supuesta realización espiritual, lo único necesario es saber afrontarlo y auto regularse adaptativamente.
Ya disponible la primera parte de mi participació Ya disponible la primera parte de mi participación en el Podcast de mi amigo @_workout.lab 

Lo tenéis disponible en Spotify, iVoox y Apple podcast.

Cualquier feedback siempre será bien recibido. 🤟🏻
Después de bastante tiempo, meto 140 kg en sentad Después de bastante tiempo, meto 140 kg en sentadilla, con más comodidad de la esperada. Lejos aún de mis max kg para 3 repes..., dadas mis circunstancias, mi CONTEXTO, salgo contento de entrenar. 😊

Como decía en stories, cuestión de DISCIPLINA. No de ser un espartano, ningún obseso. Simplemente de "estar entrenado" en advertir la incomodidad como parte de lo normal en la vida, y atreverte a sortearlo unas veces, calmarlo otras. No es regodearse en el sufrimiento. Ayer estaba agotado y no entrené, hoy sabía que pese al cansancio, sería reconfortante. Y así ha sido.

Pero no es mi objetivo aleccionar o subirme el ego con el reconocimiento ajeno. Simplemente lanzar una reflexión al aire.

La HIPER COMPARACIÓN a la que nos sometemos hoy en día con Instagram es MUY DAÑINA. 

Hemos evolucionado durante generaciones para sobrevivir en comunidad, y nuestra AUTOESTIMA se basa en parte en la comparación con dicha comunidad. Sentir la validación de la tribu es NORMAL.

Lo que no es normal, y es algo para lo que nuestro cerebro no está preparado, es recibir tantísimos estímulos para compararte con tantos cientos de personas en poco tiempo. 

Lo recibimos como una amenaza, nos estresa, nos hace sentirnos insuficientes. Más si cabe teniendo en cuenta que lo que aquí se sube es lo ideal, porque el algoritmo lo pide y premia, y nuestra necesidad de encajar nos hace actuar así de absurdamente. Nos comparamos con el ideal, generalmente de otros, ni siquiera con el nuestro.

140 kg para mí hoy son un importantes después de meses entrenando regular... Y hay animales que con eso hacen 30 repes. Pero me la SUDA. Personalmente Instagram no ejerce poder alguno sobre mi estado emocional o autosuficiencia o la validación de mi entorno o mi autoconcepto.

Reconozco que esa imperturbabilidad cuesta conseguir. A veces hay recordar que por mucha hiper comparación, el valor como persona no está en los kilos de la barra o la báscula, en el cuerpazo, ni  en los likes o seguidores.

Si te vas a comparar que sea contigo mism@. Rebaja las expectativas, se realista, se honesto, se humilde, ayuda a los demás. Y trabaja duro. Así se forja el valor personal. 😉🙏🏻
Siempre existieron los ideales inalcanzables (de t Siempre existieron los ideales inalcanzables (de todo tipo). Siempre hubo revistas, películas y publicidad hacia determinados cánones de belleza, asociándose a éxito y felicidad... Y aunque no siempre hubo una cultura de dietas y un culto al cuerpo, las diferentes industrias que se lucran de ello han sabido añadir presión social a estos constructos, generando una necesidad por acercarse a ellos.

Pero sin duda es por Instagram que nos hemos acostumbrado, hemos normalizado y sobre todo aceptado un estándar que no es en absoluto sano, ni sostenible, ni fácil de alcanzar. Se ha facilitado el ver a diario y de forma masiva este tipo de cuerpos, perfiles y vidas, que deberían ser excepcionales y no algo habitual y normal. 

Y lo que es peor, una falsa idea de éxito social y estatus, pero sobre todo de  una felicidad, casi siempre ligada a esa imagen corporal ideal.

Pero la realidad es que NO EXISTE esa perfección física (ni de ningún tipo, ojo) culturalmente aprendida como ideal. Y por desgracia nos empeñamos en conseguirla, consiguiendo una enorme frustración.

La mayoría de la gente desconoce lo que implica, que es imposible sostener a largo plazo un físico de revista y/o competición, muy bajo en grasa. Y que especialmente para la mujer tiene un impacto fisiológico terrible. Se necesita una enorme disciplina, y en especial rigidez, llegando a ser casi necesaria la obsesión para no fallar con el entreno y dieta, lo que acaba mermando la vida social. 

Nunca es suficiente. Es un engaño colectivo muy bien diseñado para generar insatisfacción, mediante estímulos constantes, precisamente además en un entorno que facilita totalmente lo contrario, por lo que se complica todo aún más.

No somos conscientes del grave problema social que generan estas altas expectativas, esta forma de vivir pensando en estar completo y poder ser feliz cuando se tenga esto o aquello. Cuando consiga un determinado físico, un determinado trabajo, cuando alcance lo que quiera que tenga por “ideal”. 

Recuerda algo🙏🏻: tu valor como persona no lo determina el tamaño de tu cintura, de tus tetas, tus brazos ni tus abdominales..., lo determina el tamaño de tu sonrisa
Me apena ver cómo la radicalización y la polariz Me apena ver cómo la radicalización y la polarización siguen a la orden del día. Me cansa escuchar discursos llenos de arrogancia y sabelotodismo.

No, no hablo del panorama político patrio. Hablo de la nutrición en redes. Cómo está el patio. 🤦🏻‍♂️

Si algo he aprendido en los últimos años, gracias a la conectividad que ofrece Instagram, es a ser humilde y a no sentar cátedra, a estar abierto hasta hacia lo que a priori no me gusta o no me encaja, porque seguro que algo puedo sacar de ello. Y es jodidamente difícil tumbar tu sesgo de confirmación para entender una postura radicalmente opuesta o que pueda parecer a priori una puta locura.

Recientemente me he encontrado con un supuesto debate, que en realidad es inexistente al menos para mí, en torno a la Obesidad / Sobrepeso y su tratamiento dietético (como si sólo dependiera de qué y/o cuánto se come).

Si algo sabemos es que no sabemos que cojones pasa, pero las dietas no funcionan a largo plazo, el peso se recupera e incluso puede haber un empeoramiento desde muchos planos, especialmente el psicológico.

Como dice la genial @psico.tam  COMER es una CONDUCTA, y las conductas las estudia y trata la psicología.

Pero ojo, que no se va a solucionar la epidemia de obesidad mundial contando calorías, pero tampoco con Keto y Ayuno (menuda pajilla mental colegas). En cambio, si se puede mejorar en parte ENTRENANDO (junto a más factores).

Y esto para mí conllevaría, que el ámbito profesional de la nutrición y la dietética está desfasado de cojones. Que con calculadora no consigues una mierda.

Que se debe conocer la fisiología y bioquímica sí, pero hay que saber integrarlo dentro de un CONTEXTO BIOPSICOSOCIAL.

Por lo que las dietas, por bien calibradas que estén, no valen una mierda para la mayoría de mortales. Y esto implicaría que los Dietistas y Nutricionistas como los conocemos SOBRAMOS.

El tiempo me ha puesto en mi sitio. Y me ha enseñado que PARA MI lo indispensable es ENTRENAR FUERZA, COMER CONSCIENTE E INTUITIVAMENTE, ENRIQUECERME SOCIALMENTE, Y TODO ESTO A SU VEZ CONTRIBUIRÁ A RETROALIMENTAR UN EQUILIBRIO PSICOLÓGICO (dentro de mi contexto).

Y esto es lo que intento transmitir. 

FUERZA Y PAZ 🖤😘
Es la capacidad autorregulación efectiva de condu Es la capacidad autorregulación efectiva de conductas y comportamientos cuando se presentan dos sentimientos opuestos. Por ejemplo, sabemos hasta la saciedad de los beneficios que puede reportarnos a largo plazo empezar a entrenar fuerza y comer más saludablemente, pero cuesta empezar a cambiar. Es más gratificante a corto plazo no esforzarse, pese a saber que la recompensa futura será mayor.

Se trata entonces de una habilidad que se puede trabajar al crear hábitos, fomentando ser más consistente y disciplinado. 

Mucha gente usa este concepto como excusa: para justificarse ante su falta de motivación y así poder abandonar algo que requiere esfuerzo; o bien para vanagloriarse cuando se ha superado dicho esfuerzo, alimentando el ego.

Por eso me gusta decir que es un arma de doble filo, que mal enfocada desde la autoexigencia, el perfeccionismo o la idealización de los resultados, conlleva siempre una retribución negativa, reduciendo las posibilidades de éxito o desvirtuando el resultado. 

Se puede ser muy bueno en algo o conseguir ciertas cosas fácilmente, y otras no, y eso sólo implica que hay otras cosas que requieren más tiempo, trabajo y desarrollar habilidades.

En lo que a la salud se refiere, se trata de tomar decisiones beneficiosas que implican retrasar una gratificación en pro de ciertos objetivos y beneficios mayores a largo plazo. Y esto en el contexto obesogénico, de una sociedad de la opulencia, estresante e hiper productiva, donde predomina la apariencia, a menudo implica resistir multitud de estímulos y tentaciones, que aún suponiendo una recompensa fácil y rápida, son una forma de autoboicotearse. 

Hay personas con mayor resistencia y capacidad que otras para demorar esa gratificación, lo que se asocia a mejor control cognitivo, comportamental y autorregulación emocional. No se trata de obligar/se, sino de entender que todo lo que conseguimos, y los hábitos que instauramos dependen de la práctica consciente y constante en el tiempo.

Y así conseguimos automatizar algo y que ya no cueste esfuerzo. Porque el hecho de que sepamos qué hacer no significa que vayamos a hacerlo 😉
"ARREPIÉNTETE DE LO QUE HAYAS HECHO, PERO NO DE L "ARREPIÉNTETE DE LO QUE HAYAS HECHO, PERO NO DE LO QUE HAYAS DEJADO POR HACER"

Es decir, vive con congruencia entre como sientes, piensas y actúas. Pero sin miedo a equivocarte.

Porque sólo equivocándose es cómo más y mejor se aprende. No digo hacer el temerario  no el irresponsable. Digo arriesgarse. Sin miedo.

La mayoría de la gente está acostumbrada a pensar que todo lo que merece la pena está por llegar.

Buscamos constantemente placeres físicos, gratificaciones inmediatas de todo tipo porque creemos que eso nos liberará del sentimiento de carencia.

Pero no hay duda que es un placer efímero, que a menudo reaviva el sentimiento de insatisfacción derivado de esa falta de suficiencia y plenitud.

Enmarcamos nuestra vida en una ilusión futura, para escapar del pasado y/o no considerar que nos baste con el presente. 

Mientras la verdadera plenitud y bienestar proceden de vivir la vida al máximo y tener una paz que no derive de nada externo más allá de lo que eres y tienes en el momento presente.

Se trata de obviar el impulso de añorar el pasado o desear el futuro. Si no hay necesidad no hay apego, sin éste no hay miedo. 

Sólo entendiendo esto te das cuenta de que nunca has estado incompleto, de que está bien tener objetivos y metas, pero no puedes fusionarte con ellos.

PAZ
Ver más... Síguenos
Últimos Tweets

An error has occured.

Entradas recientes
  • La Doctrina del Shock
  • Por qué comemos lo que comemos
  • Perfeccionismo y TCAs
  • Trabajo a turnos: cómo afecta a la salud
  • La falacia del costo hundido


MENU
  • Blog
  • Contacto